EL PROFETA 
NO ESTABA SEGURO 
DE SU DESTINO ETERNO

 

Surah 19:71 Y no hay ninguno de vosotros que no pase por ella. Esto es, para vuestro Señor, un decreto irrevocable


En Sahih al‑Bujari 5968 y Sahih Muslim 1441 (71/2816) el Profeta dijo, 

 

«Nadie entrará en el paraíso por sus obras.» Entonces la multitud preguntó: «¿Ni siquiera tú, Mensajero de Dios?» 


y él respondió, 

 

«Ni siquiera yo, a menos que Dios me cubra de perdón y misericordia». 


Si el Profeta más favorecido no estaba seguro, ¿qué hay del musulmán promedio? 

 

El profeta JOB era un hombre justo y Dios dijo de él al diablo en 

 

Job 1:8¿Has considerado a mi siervo Job? No hay otro como él en la tierra, hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal.” 

 

JOB clamó en: 

 

Job 25:4‑5¿Cómo puede el hombre justificarse ante Dios? ¿Cómo puede el nacido de mujer ser limpio? He aquí, ni la luna brilla ante Él, ni las estrellas son puras a sus ojos.”

 

El profeta ISAÍAS en Isaías 64:6 dice, 

 

Todos nosotros somos como cosa impura, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; todos nos marchitamos como hoja, y nuestras iniquidades, como el viento, nos arrastran.

 

EL REY DAVID en Salmo 14:2‑3 dijo, 

 

El SEÑOR miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, para ver si había alguno que entendiera, que buscara a Dios. Todos se desviaron, todos a una se corrompieron; no hay quien haga el bien, no hay ni uno.” 

 

El apóstol PABLO dice en Romanos 3:23 

 

Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación, por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados”.

 

Dios ha provisto la justificación por gracia mediante la fe, y no por obras. 

 

Efesios 2:8‑9 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.

 

Por lo tanto, encontramos en la Torá y en la Biblia que los hombres de Dios estaban muy seguros y deseosos de ir a estar con su Dios.

 

ENOCH fue llevado al cielo. Génesis 5:24 

 

Y caminó Enoc con Dios, y desapareció, porque Dios se lo llevó.” y Hebreos 11:5Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes de ser traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios.

 

MOISÉS – Dios lo sepultó. 

 

Deuteronomio 34:5‑6Y murió allí Moisés, siervo del SEÑOR, en la tierra de Moab, conforme al dicho del SEÑOR. 6 Y lo enterró en el valle en la tierra de Moab, frente a Bet‑peor; y ninguno conoce su sepulcro hasta hoy.

 

ELÍAS fue llevado al cielo en un carro de fuego como se describe en II Reyes 2:11‑12 

 

Y aconteció que, mientras ellos iban andando y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego los apartó a ambos; y Elías subió al cielo en un torbellino. 12 Y viéndolo Eliseo, clamó: «¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo!» Y no lo vio más; y tomando su propio manto, lo rasgó en dos partes.

 

EL APÓSTOL PABLO en Filipenses 1:23 

 

Porque de ambos lados estoy apremiado, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor.

 

y en II Timoteo 4:6‑8 

 

Porque yo ya estoy para ser derramado como libación, y el tiempo de mi partida está cercano. 7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. 8 Por lo demás, me está reservada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.

 

EL APÓSTOL PEDRO en II Pedro 1:13‑15 

 

Y considero justo, mientras estoy en este tabernáculo, estimularos con amonestación; 14 sabiendo que en breve debo abandonar este tabernáculo, como nuestro Señor Jesucristo me ha manifestado. 15 También yo procuraré con diligencia que, después de mi partida, vosotros podáis en todo momento tener memoria de estas cosas.

 

Todos podemos tener la seguridad del cielo si depositamos nuestra plena confianza en el Señor Jesucristo, quien murió en nuestro lugar en la cruz del Calvario y resucitó al tercer día. Si nos arrepentimos de nuestros pecados y aceptamos Su sacrificio en la cruz, podemos recibir vida eterna.

 

El Corán y los Hadices siempre hablan bien de Jesús y dicen que no fue tocado por el diablo. Por lo tanto, lo que Él dijo debe ser verdad, y aquí hay algunas de las palabras de Jesús tal como están escritas en la Biblia, la cual no ha sido cambiada:

 

Juan 10:9‑11 Yo soy la puerta; el que por mí entre será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. 10 El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia. 11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.

 

Para ser salvo de la condenación eterna y llegar al cielo, debes venir a Él por la fe y confiar en Él para tu salvación. Además, disfrutarás de Su bondad y cuidado toda tu vida y encontrarás sentido a tu existencia.

 

Juan 14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.

 

Él es el Camino hacia el Padre en el cielo, y no hay otro camino para ir al cielo.

 

Él es la Verdad, y la Verdad es Dios. ¿Dónde encuentras la Verdad misma sino en Dios?

 

Él es la Vida y quien lo rechaza sufrirá muerte eterna. Él es el dador de la vida.

 

Juan 11:25 Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá.

 

Esa es Su promesa: la muerte eterna no dañará a quienes creen en Él y confían en la obra que hizo para su salvación. La muerte que todos los humanos enfrentan no podrá retenerlos en la tumba, pues resucitarán para vida eterna en el cielo.

 

Juan 5:24,28 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida. 28 No os maravilléis de esto, porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz.

 

El Islam reconoce que Jesús es quien vendrá a juzgar al mundo. Así que, si deseas escapar de la sentencia final de muerte, confía en lo que Jesús ha dicho y cree en Él.

 

Querido lector de este folleto, tienes dos opciones, no tres. Deseo que todos hallen la vida eterna y no entren en condenación ni enfrenten la muerte eterna, como se nos advierte en el libro de Apocalipsis.

 

Apocalipsis 20:11‑15 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. 12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y los muertos fueron juzgados por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. 13 Y el mar entregó los muertos que había en él, y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. 14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la segunda muerte. 15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.

 

Después de comparar el Corán y la Biblia, estoy seguro de mi fe y no merezco ser llamado incrédulo o kafer. Si deseas ser musulmán, es tu libre elección. Cada uno tendrá al Señor para juzgarlo, no al hombre. 

 

Querido lector, 

Dios existe y la eternidad se acerca. Si eres sincero, ora y pide al Dios que te creó que te muestre la verdad y el camino que debes seguir para que no seas condenado, sino que tengas el cielo como tu destino eterno.