¿Puede una persona estar segura de
su destino eterno mientras está aquí en la tierra?
Se relata en Sahih Muslim (71/2816) por Aisha, la esposa del Profeta, que solía decir: El Mensajero de Dios dijo: “Esfuércense, acérquense y reciban buenas noticias, porque nadie entrará en el Paraíso por sus obras” Dijeron: “¿Ni siquiera usted, oh Mensajero de Dios?” Él dijo, “Ni siquiera yo a menos que Dios me envuelva con Su misericordia, y sepan que las obras más amadas por Dios son las que se hacen con constancia, aunque sean pocas.”
Y una narración autenticada: “Abu Kurayb nos contó; dijo: Ibn Yaman [narró] de Malik ibn Mughul, de Abu Ishaq, quien dijo: Cuando Abu Maysarah se retiraba a su lecho, decía, ‘Ojalá mi madre no me hubiera dado a luz,’ luego lloraba. Se le dijo, ‘¿Qué te hace llorar, oh Abu Maysarah?’ Él dijo: ‘Se nos ha informado que vendremos a ello, pero no se nos ha informado que saldremos de ello.’ Entonces fue revelado el versículo: ‘Entonces salvaremos a los que temían a Dios, y dejaremos a los injustos allí, arrodillados.’”
Y lo que confirma aún más la veracidad de estas dos narraciones es lo que aparece en Surat Maryam:
19:{71} No hay ninguno de vosotros excepto que vendrá a ello; con vuestro Señor este es un decreto inevitablemente cumplido.{72} Entonces salvaremos a los que temían a Dios, y dejaremos a los injustos en ella, arrodillados.
Entonces, si las obras (obras rectas) no admiten a una persona en el Paraíso —incluso al más grande de los profetas y al Sello de los Mensajeros, acerca de quien se dijo, “Y no te enviamos sino como misericordia para los mundos”—, ¿cuál es entonces el destino del musulmán común? ¿Y cuál es el beneficio de invitar a la gente al Islam si el Islam no les garantiza el Paraíso? ¿Y cuál es la solución? La redención es la solución.
Cuando Dios dio a Moisés, el profeta, la Ley y estableció que todo el que guarda los Diez Mandamientos y vive conforme a ellos viviría para siempre y no moriría. Y cuando todo ser humano fracasó en guardar estos mandamientos, Dios puso en el Evangelio la vía de aceptación ante Dios en la Epístola a los Romanos y el Evangelio de Mateo, capítulos 5–7 . Entonces, ¿cuál es la enseñanza del Corán para obtener el Paraíso y la vida eterna? ¿Es la misericordia? ¿Y cómo se recibe sin satisfacer la justicia de Dios? I¿Se cumple la justicia de Dios con el cordero sacrificado en la fiesta? No, porque el ser humano que es culpable de quebrantar los mandamientos de Dios —que fue creado a imagen y semejanza de Dios— tiene un valor inmensamente grande a los ojos de Dios, y Dios es ilimitado e infinitamente grande; Su grandeza no puede ser comprendida. Por lo tanto, el cordero que se sacrifica en el Eid al-Adha no puede tener un valor suficiente como rescate por un ser humano; más bien, es una señal de lo que aparece en Surat al-Saffat 37: 107 “Y lo redimimos con un sacrificio poderoso.”. y, por ello, un musulmán debe estudiar con sinceridad y comprender cómo obtener la redención, que es el tema central que conecta la Santa Biblia desde el Génesis hasta el Apocalipsis, para que pueda estar seguro de que sus pecados son perdonados y de que es aceptado ante Dios (oh tú que eres muy querido para el corazón de Dios).
Y la pregunta ahora: ¿tenían los otros profetas y los verdaderos creyentes certeza de entrar al Paraíso (al-Firdaws por ahora hasta que termine el mundo y llegue el día final, y pasen del paraíso al cielo, que es la morada de Dios con los seres humanos)? Sí, y estas son algunas de las personas sobre las que da testimonio la Santa Biblia:
Pablo, el apóstol:
Filipenses 2:21 Para mí, la vida es Cristo y la muerte es ganancia.
2 Timoteo 4:6-8 Porque ya estoy siendo derramado como ofrenda, y la hora de mi partida ha llegado. He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe, por fin hay guardada para mí la corona de justicia, que el Señor, el juez justo, me dará en aquel día, y no solo a mí, sino también a todos los que aman su aparición.
Juan, el apóstol:
Mirad qué clase de amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios! Por eso el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él. Amados, ahora somos hijos de Dios , y aún no se ha manifestado lo que seremos. Pero sabemos que cuando Él sea manifestado seremos semejantes a Él, porque le veremos tal como es.
Butrus el Apóstol:
Pero considero correcto—mientras esté en esta tienda—avivaros mediante recordatorio, sabiendo que la separación de mi morada está cerca, como nuestro Señor Yasua al-Masih también me lo hizo conocer.
Akhnukh el Profeta:
Génesis 5:24 Y Akhnukh anduvo con Dios, y no fue hallado porque Dios lo tomó.
Hebreos 11:5 Por la fe Akhnukh fue arrebatado para que no viera la muerte, y no fue hallado porque Dios lo había tomado. Porque antes de ser arrebatado fue declarado como el que agradó a Dios.
Musa el Profeta:
Deuteronomio 34:5-6 Así murió allí Musa, siervo del Señor, en la tierra de Moab conforme a la palabra del Señor. Y Él lo enterró en el valle en la tierra de Moab, frente a Bayt Faghur. Y nadie conoce su tumba hasta este día.
Deuteronomio 34:10 Y no se levantó en Israel profeta semejante a Musa, a quien el Señor conocía cara a cara,
Iliya el Profeta:
2 Reyes 2:11-12 Y mientras iban y hablaban, he aquí un carro de fuego y caballos de fuego separaron a los dos, y Elija subió al cielo en un torbellino.
Y es sabido en la Torá y el Evangelio que los que entrarán en el cielo (Paraíso) son un mismo tipo de personas es decir, aquellos cuyos pecados han sido perdonados, ¿entonces cómo se puede obtener esto? ¿Y vale la redención, y cuál es el valor de la redención? Porque en la Sura al-Saffat 37:107 “Lo rescatamos con un gran sacrificio”. Y esto es afirmado por la Torá y el Evangelio. ¿Entonces qué es la redención en el Islam?
Pido al lector de este artículo que considere cuidadosamente que después de que nuestros días aquí en la tierra lleguen a su fin, usted estará ante el Señor Dios, el Juez justo, en el día postrero para oír de Él en cuál de los dos lugares pasará la eternidad sin fin.
Apocalipsis 20: 11-15 Entonces vi un gran trono blanco y al que estaba sentado sobre él, y de cuya presencia huyeron la tierra y el cielo, y no se les halló lugar. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante de Dios, y se abrieron libros. Entonces se abrió otro libro, que es el libro de la vida, y los muertos fueron juzgados según lo escrito en los libros conforme a sus obras. Y el mar entregó los muertos que estaban en él, y la Muerte y el Hades entregaron los muertos que estaban en ellos, y fueron juzgados cada uno conforme a sus obras. Y la Muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la segunda muerte. Y cualquiera cuyo nombre no se halló escrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego.
Apocalipsis 21:1-4 Entonces vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían pasado, y el mar ya no existía. Y yo, Yuhanna, vi la ciudad santa, la nueva Urushalim, descender del cielo de Dios, preparada como una esposa adornada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: “He aquí, la morada de Dios está con la humanidad, y Él morará con ellos, y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Él enjugará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni habrá luto ni clamor ni dolor ya más, porque las cosas pasadas han quedado atrás”.
El tema de la redención del ser humano y su liberación del INFIERNO se encuentra en uno de los artículos mencionados, y espero que no demore en leerlo, comprenderlo y actuar conforme a él, para que pueda vivir feliz y seguro.